Si al leer este título pensaste: «¡Ese soy yo!», queremos que sepas que no estás solo.

Cada vez hay más estudios que muestran una relación directa entre la diabetes y la salud bucal. Por eso, si vives con esta condición, cuidar tus dientes y encías no es un lujo, ¡es una parte esencial de tu bienestar integral!

Un implante puede fallar, pero hay formas de prevenirlo. Con un diagnóstico integral, materiales biocompatibles y un tratamiento personalizado, tus probabilidades de éxito se elevan.

Tu cuerpo no es una máquina. Tu boca tampoco. Y tu implante debe ser parte de un proceso de salud, no solo de restauración estética.

Perder un diente no es solo una cuestión estética. Es una herida invisible que puede afectar cómo hablas, cómo comes… y cómo te sientes contigo mismo. Para muchas personas, la pérdida dental representa también la pérdida de seguridad, autoestima y libertad.
¿Te ha pasado que sonríes con la boca cerrada para evitar mostrar el espacio?

Muchos adultos piensan que los brackets son solo cosa de adolescentes. Pero la verdad es que cada vez más personas mayores de 30, 40 y hasta 60 años están corrigiendo su sonrisa…